Agus Minuto: “Me resulta fascinante trabajar en una amistad conmigo misma”
Si tuviese que describir la obra de Agus Minuto en una palabra, elegiría una sola pero la repetiría tres veces: “terraza, terraza, terraza”.
“No te dejes venir abajo. Nunca sótano, siempre terraza, terraza, terraza” dice el monólogo interpretado por Mercedes Morán.
Entre su paleta de colores brillantes, estridentes y locos y lo poderoso de sus mensajes, me dan ganas de empapelar mi casa con sus ilustraciones como si fuese un antídoto o escudo protector contra las malas vibras.

Agus Minuto nació en Buenos Aires, estudió periodismo y vivió un tiempo en Barcelona. Hoy se dedica al arte y hace 3 años organiza junto a su socia eventos en bares en donde el público se anima a pintar, acompañados de música en vivo y cerveza artesanal.
¿Cómo te definís como artista?
Creo que soy, o al menos intento ser, fiel a lo que siento en el momento de crear. Me defino como alguien curioso, me gusta experimentar y que siempre haya un mensaje por atrás. A veces no sé si primero viene el mensaje y luego el arte, o viceversa.
¿Qué sentís cuando ilustrás? ¿Qué emociones te mueven a la hora de crear?
Me siento libre, muy libre. Cuando tengo la hoja en blanco y estoy por arrancar siento vertiginosa esa libertad plena, porque puedo ir para cualquier lado, hay infinitos colores, miles y miles texturas que puedo crear y ¡eso me parece loquísimo!
Me mueven las emociones a través del color y la expresión de los sentimientos: el miedo, la vulnerabilidad, la locura, la amistad.
Estoy completamente enamorada de los looks que ilustrás, ¿están inspirados en tu propia ropa o también son parte de tu imaginación? En caso de que sean inventados, ¿alguna vez te metiste en mundo moda para llevar tus creaciones a lo tangible?

¡Amo la ropa! A veces me inspiro de mi propia ropa o muchas veces a partir de una imagen, una comida, un florero que tengo en casa, de cualquier lado, ¡me lo imagino hecho look y lo plasmo!
Muchas veces tengo la suerte de verlo en indumentaria cuando trabajo para clientes que producen ropa. A mi me gusta crear, pero no me gusta la parte de producción por lo que siempre trabajo para otro que lo baja a tierra.
Contame de los eventos @Fides_pintatealgo. ¿Cómo surgió? ¿Qué es lo que más te apasiona del proyecto? ¿Lo iniciaste con amigas?
Son eventos donde gente no artista viene a pintar su propio cuadro, inspirado en música y una buena cerveza.
Es un proyecto que ya cumplió 5 años y que empecé con mi amiga y socia, Luchi de la Torre. Arrancamos jugando; un día nos juntamos a pintar con amigas y después lo llevamos a bares. Ahora lo realizamos todas las semanas en diferentes bares y empresas.
Veo que la temática amistad y amor propio son dos constantes en tu obra, o al menos predominan, ¿por qué?

Predominan porque son GRAN parte de mi día a día. Soy una gran fanática de la amistad, creo que es uno de los mejores inventos del ser humano. Me hacen muy feliz las risas, la escucha de un amigo; y al mismo tiempo también creo que no hay nada mejor que tenerse a uno mismo como amigo. ¡Me resulta desafiante y fascinante trabajar en mi propia amistad conmigo misma! No es nada fácil, pero por algún lado se arranca.
El mundo quiere saber, ¿qué simbolizan los tigres y las bananas en tu obra? ¡amo!

Tengo el inconsciente muy extrovertido, y mis sueños son demasiado locos, suelen aparecer muchos animales. Creo que de ahí sale el tigre, me parece una figura con mucha presencia, elegante y poderoso, al mismo tiempo es silencioso, original y único.
Si te ponés a pensar, para ver a un tigre de verdad hay que hacer muchísimo trabajo, porque de hecho quedan muy pocos en el mundo.

En cambio la banana es todo lo contrario: ordinaria y cotidiana, hay muchas, es graciosa, llamativa y si pasa mucho tiempo deja su presencia con su olor. Muchas veces se representa en lo humorístico como el típico símbolo de la cáscara de banana como basura.
Ese contraste entre lo poderoso y especial y lo vulgar y cotidiano es lo que amo. Me recuerda a la humanidad, somos ese poder pero al mismo tiempo somos vulnerables y frágiles.
¿Me contás sobre tu relación con el color y cómo armás tus paletas?
¡Me inspiro mucho en la fotografía, películas y outfits!
Amo el color, me gusta vestir de color y mi casita está llena de color. Siento que da vida, me transmite alegría y locura.
¿En qué te inspiraste para intervenir el frasco de BEEPURE? ¿Adónde te llevó la consigna “compartir es natural”?
Me dejé llevar, me gustaba la idea de volver a lo manual. Últimamente trabajo mucho en digital, por lo que disfruté mucho armarme el espacio y sentarme a crear. Me gusta compartir mis frases, lo que se me pasa por la cabeza y el color, así que busque transmitir eso en la intervención.
Fue muy lindo conocer un poco del mundo interno para darle contexto a la obra de Agus. Si antes veía sus ilustraciones y me daban luz, ahora para mí brillan todavía más, ¿a vos también te pasó eso?
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