Por qué compartir nuestra vida con animales nos hace más felices
Por @XimeZara
Soy de esas que cree que, si el mundo tuviese aroma a cachorrito, sería un lugar más lindo. Porque acurrucarse con un perrito o gatito es de los antídotos más sanadores cuando llegás a casa después de un día difícil.
Para los que tenemos la fortuna de tener mascota no hace falta explicar que el título de “mascotas” pareciera que les queda chico. Pero me dio curiosidad y busqué la definición oficial: “persona, animal o cosa que sirve de talismán, que trae buena suerte”. En ese caso, tiene todo el sentido del mundo, ¿no?
¿Por qué nos hacen sentir tan bien?
Creo que es porque las mascotas nos regalan mucho amor y no nos juzgan ni critican. No nos cuestionan, solo se divierten con nosotros sin esperar mucho a cambio.
Y no es solo nuestra sensación, hay una gran cantidad de estudios que demuestran que tener mascotas mejora nuestra calidad de vida (emocional y físicamente).
Está comprobado que las mascotas ayudan a disminuir el estrés, estados de depresión y la sensación de soledad; además de ayudarnos a producir hormonas que nos hacen sentir más felices. Cuando estamos en presencia de perros y gatos liberamos oxitocina, la hormona del amor y del placer*.
¿Sabías que…? Convivir con un perro aumenta el nivel de endorfina, responsable de la sensación de bienestar. Los dueños de gatos experimentan una reducción en el riesgo de muerte por ataque al corazón al tener unos niveles de estrés más reducidos.
Mayores tasas de supervivencia, menos ataques cardíacos, menos soledad, mejor presión arterial, mejor bienestar psicológico, menores tasas de depresión y niveles de estrés, menos visitas al médico, mayor autoestima, mejor sueño y más actividad física son solo algunos de los beneficios registrados.**
Algunos beneficios de compartir la vida con una mascota
- Reducen el estrés: interactuar con una mascota (abrazar, acariciar, jugar) ayuda a reducir estrés y ansiedad, y regula los niveles de cortisol en sangre (hormona del estrés). Despeja la mente, genera bienestar, y reduce las tensiones del día. Conectar nuestro estado con el de otro ser viviente, como una mascota que nos invita a relajarnos y a pasar tiempo juntos, nos genera tranquilidad. Estudios aseguran que el carácter pausado de los gatos (y su ronroneo) ayudan con la ansiedad.
- Aliviana la depresión: las personas que comparten con una mascota sienten menos tristeza. Se relacionan con ellos aunque sientan dificultad de relacionarse con el mundo y, cuando lo hacen, mejoran los niveles de tristeza y depresión. Las mascotas les dan a las personas depresivas un motivo para levantarse de la cama.
- Nos hacen más felices: el interactuar con una mascota genera aumentos de oxitocina, que estimula la producción de serotonina y la dopamina, y al mismo tiempo disminuye el cortisol. Todas estas hormonas ayudan a disminuir los niveles de estrés y son un buen antídoto contra la depresión y los momentos de bajón.
- Evitan el sentimiento de soledad: la compañía de un animal estimula el contacto físico, la comunicación e interacción, y hace que nos sintamos protegidos y acompañados en todo momento. Esto se vio reflejado en la pandemia cuando muchas personas que viven solas adoptaron para estar acompañados.
- Nos mantienen activos: nos tenemos que ocupar de su salud y felicidad, y para eso tenemos que movernos. Sacarlos a pasear, jugar, darles nuestra atención son hábitos que mejoran nuestra salud emocional y física.
- Nos dan sentido de propósito y responsabilidad: sentir que somos responsables por ellos y que tenemos un propósito o razón de ser por cuidarlos y que se sientan felices, puede mejorar nuestro estado de ánimo.
Hay muchas terapias asistidas con animales que pueden funcionar para muchos trastornos neurológicos y psiquiátricos. Trastornos del Espectro Autista, Estrés Postraumático y déficit de Atención son algunos ejemplos.
En fin, no se queden con las ganas de tener una mascota porque, no solo aportan todos estos beneficios, sino que sana mucho al corazón y nos hacen ser mejores personas.
Mis mascotas han sido mi sostén en los momentos más difíciles y mi razón para sonreír en el día a día. Me han sanado mucho y me enseñan todo el tiempo sobre pureza, bondad, sencillez y amor sin barreras. Sobre no juzgar y dar sin buscar recibir nada a cambio. Sobre ser uno mismo sin críticas.
Cada vez que volvía a casa, volvía sonriendo por saber que me iban a recibir con la alegría más grande. Me han llenado del amor más lindo y me hace muy feliz haberles dado una partecita de mi casa y de mi corazón porque me hicieron siempre ser mi mejor versión.
Algunos siguen, otros estarán volando por el cielo mascotero, pero todos dejaron su marca en mí :).
Fuentes:
*NIH (National Institutes of Health)
** Universidad de Western Carolina
Bivens A, Leinart D, Klontz B, Klontz T (2007). “The Effectiveness of Equine-Assisted Experiential Therapy: Results of an Open Clinical Trial“. Society & Animals. 15 (3): 257 – 267.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC)
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