Personas que inspiran: la rutina de cada día de Sole Simond
Levantarse muy temprano para ir despacio en ese despertar; una hora de yoga, meditación y respiración; y muchos consejos clave para ser más eficiente con tu energía y con tu tiempo.
Sole Simond es directora de OHLALA!, autora de 3 libros (YO RESPIRO, RESPIRANDO AMOR, EMPEZAR DE NUEVO), facilitadora de talleres en empresas, instructora de El Arte de Vivir y creadora de un proyecto fantástico que se llama #SomosBuscadoras.
Bueno, tranca.
Te dejo unos renglones más para que lo termines de asimilar.
Uno más.
¿Listo? ¿Seguimos?
En general cuando me preguntan “¿Cómo haces?” mi respuesta siempre es la misma: Yo medito. Yo respiro. Hago mucho para estar bien. Me tomé muy a pecho el ser custodia de mi bienestar, felicidad y energía. Siento que esa es la única que va.
Hace un par de años hice la cuenta de cuánta plata había invertido en mí, desde los viajes a India que hice, la cantidad de seminarios en distintas partes del extranjero, cursos para formarme como instructora, las sesiones con mi osteópata de manera sustentable para que mi cuerpito se mantenga alineado, mis clases de yoga, todo. ¡Ya tendría un departamento a mi nombre!
Soy una convencida de que la plata mejor invertida es la que invertís en vos misma. Es éste el cuerpo que te acompaña a lo largo de la vida. Este cuerpo, esta mente, este corazón es justamente el instrumento que tenemos en esta tierra para vivir.
Sole nos inspira, entre otras razones, porque vemos cómo en su trayectoria persiguió todo aquello que le dio curiosidad; con foco en su bienestar y sin perder sus raíces.
Para mí las raíces son mi práctica espiritual. En la traducción más exacta significa aquello que te vas a llevar aun después de la muerte, qué has hecho vos con tu espíritu. Depende qué herramientas tengas va a ser más llevadera o más difícil. Ese es mi leit motiv, con lo cual atravieso todo.
Es por eso que de pronto me pongo como directora de OHLALA! y piso ese rol con esa consciencia, que tengo que estar bien y a la altura de este rol pero también tengo que descansar.
Porque tengo demasiadas cosas, ¿qué me ayuda a balancear? El balance es lo que atraviesa todas las áreas que tengo. Creo que hay que tener un pie en la tierra, entender qué pasa en el mundo, no solamente ir hacia adentro.
¿El truco? Tener raíces y cimientos móviles, flexibles, que te ayuden a atravesar cualquier terremoto.
El año pasado, a raíz de la pandemia, Sole decidió cambiar de rumbo y adelantar un plan que tenía guardado para más adelante (¡casi un plan de jubilación!): Se mudó a Tigre y hoy agradece poder estar más en contacto con la naturaleza.
Acá en la mitad de la selva duermo como un bebé (¡un bebé que duerme bien!). En general abro los ojos y tengo unos minutos para conectarme con la naturaleza que me rodea. Mi cuarto tiene cuatro ventanas, una en cada pared.
PARA EMPEZAR EL DÍA…
Me levanto muy temprano naturalmente, no me cuesta despertarme.Pero tengo unmomento de mimo, de ir tranquila en ese despertar.
Lo primero que hago es darle de comer a mis dos perros. Me gusta porque me obliga a ir hacia afuera, no importa el frío que haga. Tiene mucho de conectarse con lo sensorial, nada que ver a cuando vivía en un dos ambientes con losa radiante en el que estás muy excluídode lo que pasa afuera. Cuando salgo y está lindo, disfruto y me quedo un rato en contemplación.
Me parece lindo que a la mañana evitemos la ansiedad de agarrar el celular. Te quita inmediatamente de la quietud del día y te mete en el mundo del estímulo y la ansiedad. Muchas veces me esfuerzo para evitarlo.
Después de bañarse, Sole dedica una hora de su tiempo para cuidar de su “higiene mental”: un poquito de yoga, una práctica de respiración y termina con una meditación.
Así como tenemos nuestro espacio de higiene personal, como lavarse los dientes, no tenemos un tiempo para limpiar nuestra mente de pensamientos repetitivos, de enrosque, de traumas, de enojos, de vaciarnos de las emociones que sentimos que nos están impidiendo disfrutar de la vida (ansiedad, miedo, enojo).
Lo que te da la meditación y la respiración es un hábito de poder resetearte, de ganar nuevamente energía, de estar más liviano.
Para reflexionar sobre la importancia de la meditación…
Lo que te agota no es tanto tu trabajo, o los chicos, sino que justamente es lo que tiene que ver con la resistencia y nuestra incapacidad para lidiar con la crisis.
Si nosotros estamos agotados, si estamos sintiendo que no tenemos los recursos o que no tenemos resto; entonces cualquier cosa, por más pequeña que sea, va a colmar el vaso. Porque en general lo que nos saca de quicio es justamente una gota. Lo importante no es esa gota, lo importante es cómo vaciar ese vaso.
Tu verdadera naturaleza tiene que ver con un estado de entusiasmo, una actitud proactiva ante la vida, no debería pesarnos; ¡eso nos pasa porque estamos agotados!
¿Cómo recuperar energía para que la vida no te pese? De eso se trata, de prácticas que te restauran y te vuelven a conectar con vos y con tu verdadera naturaleza.
Una vez finalizada esta rutina de mañana, Sole encara el desayuno.
Amo desayunar, me parece de las cosas más importantes del día. Me preparo el desayuno, me lo hago a conciencia, procuro hacer algo rico e ir cambiando todos los días para no hacer siempre lo mismo.
¡Levante la mano quién más aprovecha los días fresquitos para disfrutar un rico porridge!
RUTINAS PARA UN HOME OFFICE EFICIENTE
Después de desayunar, llega el momento de sentarse frente a la compu y ponerse a trabajar. Aunque para esta altura del día ya estuvo mandando algunos Whatsapp y ya puso a rodar la rueda, lo primero que hace Sole al sentarse es una lista de prioridades.
Me conecto y veo qué temas pendientes tengo. Hay días que tengo 5 o 6 zooms por día, es una locura. En el medio tengo calls y charlas telefónicas. Se vuelve un poco denso el tema de las reuniones. Mi método es ver qué es lo más prioritario, qué actividad o área es la que más me requiere hoy, para así poner prioridad.
El día continúa con un ritmo vertiginoso y Sole aprovecha cada minuto para ir adelantando tareas futuras.
Soy de hacer muchas cosas a la vez, ¡mientras tengo el call aprovecho que es sin cámara y me pongo a barrer! Soy muy previsora así que a eso de las 12 ya veo qué es lo que hay para cocinar. Ahora me ayuda un montón tener el freezer medio lleno. Por ejemplo, las hamburguesas de BEEPURE me sacan de un apuro porque me cuesta mucho cortar al mediodía para cocinarme; estoy muy al palo, o reunida, o cansada sin ganas de cocinar, así que esas cosas de fácil resolución me ayudan. Con las arepas también estoy a full, me re salvaron. (¡Juramos que no la obligamos a decir eso! ¡Nos ponemos colorados y todo!)
Sobre las videollamadas…
Siento que en este momento de los zooms implica un gasto de energía muy fuerte. Sin darse cuenta hay un esfuerzo extra por expresarte, por ser entendido. Tenés que estar decodificando lo que dice el body language, en la comunicación hay un montón de variables que a vos te completan para tener una idea más clara sobre lo que está pasando. Y eso un poco nos agota, el esfuerzo que estamos haciendo para entendernos, porque la presencialidad por supuesto siempre fue muchísimo más fácil.
A veces me pongo auriculares y tengo reuniones caminando, son reuniones muy productivas. Creo que naturalmente el movimiento nos mantiene más conectados, más activos, nos oxigena y nos descomprime. Nos saca de la caja y eso a veces nos ayuda a resolver problemas. Son más dinámicas. Es una linda oportunidad para tomarse un respiro.
LA BANDA SONORA DE CADA DÍA
Le preguntamos si en algún momento de su día tenía el hábito de musicalizar
Para concentrarme me cuesta la musicalización, no puedo trabajar con música, ¡yo musicalizo para bailar! Pero después de almorzar, si puedo, en general procuro como un hábito poner una relajación guiada que se llama YOGA NIDRA (el arte de vivir), el yoga del sueño, está pensado para que te induzca al descanso. Son 20 minutos y me levanto como nueva. Por lo general mande unos Whatsapp previos, así que cuando retomo tengo mensajes para seguir mi día laboral.
Ya para ir cerrando el día laboral, Sole suele tener algún curso del arte de vivir, algún vivo de Instagram o reuniones de #SomosBuscadoras. Y a las 19hs corta del todo para se segunda meditación. Ésta es más corta, suele durar 20 minutos, y una vez finalizada se prepara para cenar.
Para mí la clave es ir adelantando pasos… si hay que empezar de cero me cuesta. Lo que suelo hacer es dejar cosas preparadas: un choclito, unas lentejas en remojo. Hago esto para hacerlo más llevadero, más lúdico. Me gusta mucho el electrodoméstico con timer, como la soup maker. Pongo las verduritas y después de meditar ¡ya está la sopa hecha!
SOBRE LAS REDES SOCIALES
También hablamos sobre la importancia de las redes sociales, especialmente para los emprendedores que se autogestionan, y lo difícil que es administrarlas de manera eficiente. Como primera medida, Sole aconseja hacer una edición de a quiénes seguimos para no perder tiempo.
La lupita es un camino de ida y muy riesgoso. Nuestra energía es muy valiosa, hay que cuidarnos para que no nos frustre cuando vemos cosas que nos hacen mal o que nos hacen compararnos.
Y lo que es más importante, Sole encuentra que la clave está en tener claro quién está al mando:
Tener muy presente que las redes no te tienen que dominar a vos, que vos tenes que dominar a las redes. Yo tengo muy claro que mi trabajo tiene que ver en cómo yo me mantengo sustentable, porque esa es la única manera de que yo pueda dar algo a otro. No hay que estar siguiendo la demanda, uno tiene que administrar esa demanda y para mí esa es la clave. Muchas veces me siento demandada y yo no tengo ganas de eso, ni el algoritmo ni las seguidoras me persiguen, soy mi propia jefa en redes. Más allá de los trucos que hay para funcionar mejor que seguramente no son esos, yo tengo los trucos para estar bien y sana mentalmente.
¡Nos encantó charlar con Sole! Su perspectiva sobre la vida nos recuerda la importancia de estar conectados con la naturaleza que nos rodea y con nuestra propia naturaleza, nuestra esencia como personas. Por más días en conexión con nuestro espíritu y nuestras raíces, ¡salud!
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